La justicia debe ser cercana, humana y que escuche directamente a las personas. Debe estar al alcance de todas las personas, no detrás de escritorios o papeleo interminable. Propongo una justicia de barandilla: sin intermediarios, donde las personas juzgadoras escuchen directamente a quienes buscan soluciones. Resolver con empatía, entendiendo cada historia y contexto individual y social, sin formalismos que retrasen lo urgente.
La Justicia debe ser sencilla, comprensible y útil para la vida cotidiana. El lenguaje jurídico no debe ser un muro. Planteo simplificar los procesos y garantizar que toda persona pueda entender qué pasa con su asunto, sin necesidad de intérpretes legales. La justicia debe hablar claro, actuar pronto y resolver humanamente. El poder judicial debe dejar atrás los privilegios y servicios de lujo que lo han alejado de la sociedad.
La justicia con mirada de mujer y corazón de pueblo. Ninguna sentencia es justa si no toma en cuenta las desigualdades que atraviesan a una mujer, una niña o una persona indígena. Propondré que toda resolución integre perspectiva de género, contexto social y respeto a los sistemas normativos de los pueblos originarios.
La justicia debe ser cercana, humana y que escuche directamente a las personas. Debe estar al alcance de todas las personas, no detrás de escritorios o papeleo interminable. Propongo una justicia de barandilla: sin intermediarios, donde las personas juzgadoras escuchen directamente a quienes buscan soluciones. Resolver con empatía, entendiendo cada historia y contexto individual y social, sin formalismos que retrasen lo urgente.
La Justicia debe ser sencilla, comprensible y útil para la vida cotidiana. El lenguaje jurídico no debe ser un muro. Planteo simplificar los procesos y garantizar que toda persona pueda entender qué pasa con su asunto, sin necesidad de intérpretes legales. La justicia debe hablar claro, actuar pronto y resolver humanamente. El poder judicial debe dejar atrás los privilegios y servicios de lujo que lo han alejado de la sociedad.
La justicia con mirada de mujer y corazón de pueblo. Ninguna sentencia es justa si no toma en cuenta las desigualdades que atraviesan a una mujer, una niña o una persona indígena. Propondré que toda resolución integre perspectiva de género, contexto social y respeto a los sistemas normativos de los pueblos originarios.
Soy magistrada laboral del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. Fuí titular de la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet) desde dónde defendí los derechos laborales de las y los trabajadores más vulnerables de México, por ejemplo, la aplicación del aumento al salario mínimo, el derecho al reparto de utilidades y el incremento de los días de vacaciones.
Me he desempeñado en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación; he sido becaria del Tribunal
Constitucional de España.
Tengo un libro sobre los derechos sociales y estoy profundamente comprometida con buscar la igualdad social a partir de la garantía de los derechos humanos.
Selene Cruz Alcalá.